Todos los objetos a una temperatura superior al cero absoluto emiten energía radiante. La cantidad de energía que cada objeto puede irradiar depende de:
Una proporción significativa de la energía irradiada por los objetos se encuentra dentro de la parte de energía infrarroja (EIR) del espectro electromagnético y es invisible.
En áreas como las de una oficina o habitación típica, la superficie de todos los materiales, paredes, pisos, artefactos, etc., irradia energía infrarroja.
Personas y objetos dentro del área poseen una temperatura superficial similar e irradian EIR con la misma longitud de onda aproximadamente.
Si todas las superficies dentro de la habitación u oficina son estacionarias y no hay gente presente (o no se mueven), puede establecerse un modelo o patrón constante en magnitud y dirección de energía radiante.
Si ahora, una persona entra a la habitación u oficina, provocara disturbios en el patrón de 2 maneras diferentes, a saber:
Si la persona camina a través de la habitación, causará una sombra de energía infrarroja que cae sobre algunas superficies, la cual incrementa el nivel de energía infrarroja de otras superficies. Las áreas o superficies que incrementan su energía infrarroja también incrementan su temperatura interna.
Los sensores infrarrojos pasivos son construidos para reconocer las consecuencias resultantes de una persona que se introduce o entra a una campo de energía infrarroja estable.
Ellos operan de la siguiente manera:
Los detectores infrarrojos pasivos están constituidos primordialmente de un elemento químico o material cerámico, encerrado en una envoltura especial, al cual le llamamos pirosensor, piroeléctrico o “pyro”.
Este elemento es ultra sensitivo a la energía infrarroja y actúa como un recolector de dicha energía.
Cualquier energía infrarroja recibida por el sensor produce un cambio en las propiedades eléctricas del elemento. Estos cambios pueden ser monitoreados, amplificados para producir una alarma.
El desarrollo de los dispositivos infrarrojos pasivos se ha concentrado en tomar las ventajas o compensaciones que ofrecen las siguientes características o situaciones del medio en el cual ellos son usados regularmente.