Los sensores infrarrojos han sido desarrollados tomando las siguientes características del objetivo:
Todos los sensores infrarrojo-pasivos usan el principio de diferenciación (presencia/no presencia) para reconocer si un intruso u objeto está en el campo de visión, o es una anomalía interna de sus componentes electrónicos, tales como disturbios electromagnéticos o por radiofrecuencias. (EMI/RFI).
Para realizar este reconocimiento, los sensores infrarrojos pasivos crean áreas sensitivas llamadas zonas. Estas zonas pueden ser de una o más capas. Entre zonas y capas hay áreas de sensibilidad nula o muertas que permiten efectuar comparaciones. Estas zonas insensibles son uno de los puntos débiles de la detección infrarroja pasiva.